"Ser enviada es algo que he esperado
durante mucho tiempo, la misión es algo que he soñado, he imaginado en mi mente
miles de veces durante años.
Ahora ha llegado mi momento, quiero dar
las gracias a todos los que me han acompañado en mi preparación. Gracias a las
hermanas y al colegio Divina Pastora, que sembraron esa semilla en mí, el
impulso a servir a los demás y me regalaron los mejores años de mi vida.
Gracias a mis amigos, ya sean del
colegio, universidad o de viajes y aventuras. En vosotros encuentro todo lo que
se puede soñar en un amigo: lealtad, principios, confianza, apoyo…No sé quién
sería hoy si no estuvieseis en mi vida. Gracias.
A la comunidad de la parroquia San
Antonio, por ser ejemplo de que da igual de dónde vengamos o la edad que
tenemos, pues somos una familia que se quiere y se cuida.
Gracias a la V.M. por darme esta
oportunidad, por confiar en mí, por ser siempre mi referencia, por darme
amigos, que más que amigos, son hermanos.
Gracias a mi familia por su apoyo y su
cariño. He tenido la inmensa suerte de haber conocido a mis cuatro abuelos,
tres de ellos ya no están, pero los recuerdos todos los días en mi corazón y no
me cabe duda de que me acompañarán en mi misión, ellos han sido para mí ejemplo
de bondad, trabajo, servicio y autenticidad.
Un gracias especial a mis padres y mi
hermana, por ser mis guías, mi mayor apoyo, mi roca. Vosotros me habéis
aguantado en mis peores momentos y me habéis acompañado en los mejores. Gracias
por apoyarme en esta decisión y por ser siempre lección de amor, os quiero.
Y por último, gracias al Señor por darme
una vida maravillosa y poner en ella personas maravillosas. Por querer hacer de
mí su instrumentos, ahora me pongo en tus manos, Señor, y te digo:
¡Aquí estoy,
Envíame!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario