domingo, 17 de junio de 2018


En los días 6, 7 y 8 de Abril del presente año, nos volvimos a reencontrar varios miembros de nuestro Grupo de Voluntariado Misionero Ana Mogas; dando lugar a dicho encuentro en la Casa Madre de las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor.

Varias integrantes llegamos el viernes por la noche con el recibimiento de nuestra querida Lety y Ana; realizamos el respectivo compartir mientras a su vez íbamos contando un poco cada una de nuestras cosas y en mi caso conociendo a antiguas integrantes del voluntariado con las cuales no había tenido la oportunidad de coincidir.

Al día siguiente desde muy temprano tras desayunar iniciamos las actividades, las cuales en esta ocasión estuvieron a manos de María y Olga, destacando que hicieron un trabajo fenomenal. El tema central de dicha actividad hacía referencia a cuidar más nuestro planeta el cual muchas veces se nos olvida y lo dejamos a un lado, dejando por encima cosas nuestras que al fin y al cabo perjudican directamente nuestra Tierra.

Durante la dinámica conversamos acerca del tema y de qué maneras podemos mejorar y contribuir a conservar nuestro planeta mediante pequeñas acciones de nuestro día a día; como lo pueden ser el reciclar, el comprar productos ecológicos, el usar lo más mínimo de plástico, entre otras muchas cosas. Así mismo cada uno de los integrantes que estábamos escribimos en un post-it las cosas que considerabamos que debíamos mejorar en nuestra vida cotidiana respecto al tema, luego procedimos a meterlas en una caja y nuevamente cada uno debería escoger uno de los anteriores post-it y darle medidas que esa persona debería tomar para así solucionar, avanzar y contribuir de una forma positiva con esa dificultad.

Posteriormente tuvimos una charla muy amena con Margarita Suárez, la cual para iniciarla nos hizo unos ejercicios de respiración y relajación; luego de esto nos habló un poco de lo que ella hace y nos enseñó diversos conceptos muy interesantes en los que yo destacaría Ecologismo, Capitalismo Verde y finalmente la gran relación que tiene San Francisco con el ecologismo resaltando en ello su afán de conservar nuestro planeta y cada uno de sus componentes.

Luego de ese pequeño abreboca en el cual todos quedamos muy gratos con las herramientas que nos iba brindando, realizamos una actividad en pareja en las cuales debíamos analizar unas lecturas de San Francisco, contestar una serie de preguntas y discutirlas con nuestros demás compañeros. Para cerrar dicha actividad Margarita, nos colocó un vídeo sumamente interesante acerca de cómo se hacen las cosas y de qué manera sin darnos cuenta, haciendo y consumiendo dichas “cosas” le hemos estado haciendo un daño inmenso a la Tierra, la cual nunca debemos olvidar que es nuestro hogar y que sólo tenemos una, y que a pesar de todo esto aún estamos a tiempo de concientizarnos y concientizar a nuestro entorno respecto a este tema.

Seguidamente tuvimos nuestro respectivo break en la comida, la cual como siempre superó nuestras expectativas, conversamos un poco más y seguimos compartiendo más como familia. Para así más adelante realizar nuestro paseo fuera de la Casa Madre que en esta ocasión tuvimos como destino el Huerto Hermana Tierra, de los Capuchinos que está ubicado en El Pardo.

En El Huerto Madre Tierra nos recibieron César y Jesús, sumamente amables y nos contaron la historia del huerto, su fin y su misión; destacando con ello que dicho huerto es 100% ecológico y además los encargados de cultivarlo y mantenerlo activo son 3 jóvenes Africanos los cuales a la vez de obtener un trabajo con esto, también se están preparando académicamente en lo que a cada uno les gusta para así posteriormente poder desempeñarse en ese ámbito.

Así mismo recorrimos el huerto fuimos conversando y luego nos brindaron un espacio en el cual realizamos nuestro Decálogo Verde animados por Javi, miembro veterano del Voluntariado Misionero, así como también una dinámica acerca de María Ana Mogas; también algunos tuvieron la oportunidad de ver y comprar las diversas frutas y verduras ecológicas del huerto.

Regresamos a la Casa Madre y cerramos el día con una cena, la cual disfrutamos todos entre muchísimas risas, historias, consejos y demás; demostrando cómo sin duda alguna somos una 2da familia que a pesar de no vernos a diario estamos ahí y tras cada encuentro afianzamos más ese lazo; teniendo desde mi punto de vista dos cosas en común muy importantes entre todos nosotros: ser Franciscanos y tener la vocación de servir y ayudar a nuestro prójimo.

El último día nuevamente estuvimos desde temprano, desayunamos y nos reunimos contando esta vez con el testimonio de Laura que nos enseñó y narró un poco de su experiencia como voluntaria con un ONG en Bolivia; ella fue a prestar su servicio como Médico junto un conjunto de profesionales de la Salud.

Finalmente tuvimos una Eucaristía muy íntima y acogedora dentro de la Casa Madre como familia Franciscana, la cual en lo personal me ha parecido una de las más bonitas que he podido tener, hicimos las ofrendas cada uno y destacando que en el momento de la comunión los encargados de darla fueron nuestros queridos recién casados Roberto y Marta. Ya luego de eso llegó la hora de la comida y con ella la hora de despedirnos, siempre  siendo gratificante y reconfortante como cada uno de los reencuentros, lo cual en lo particular agradezco siempre a Dios el haberme puesto en mi camino personas como ustedes con un sin fin de fortalezas, grandes virtudes y valores.

Muchas gracias a cada uno de ustedes, nos vemos la próxima.

Luisa Jiménez Cartaya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario