Después de poco más
de dos meses, parte de los integrantes del Voluntariado Franciscano María Ana Mogas de la zona Galicia se reunió, esta
vez con un pequeño grupo de nuevas caras, llegadas desde Ourense y que con mucha alegría, se han
incorporado recientemente a la gran familia a la que pertenecemos.
Después de una breve presentación comenzamos la jornada con una
oración conjunta, esa oración que nos ayuda a conectar con el presente, de esta forma conseguimos dar lo
mejor de nosotros mismos acompañados de la fe que nos caracteriza.
Posteriormente Ana nos introdujo en el tema a tratar de este año, para ello nos mostró una presentación de los talleres realizados el pasado mes de noviembre en Madrid, donde se anunció que La comunicación para el desarrollo es un tema verdaderamente relevante en la sociedad actual y para los países en desarrollo.
Una vez situados en contexto, nos separamos por grupos para realizar el primer taller, en donde a través de un mismo texto con diferentes cuestiones deberíamos llegar a conclusiones que favoreciesen una mejor gestión de los problemas que se nos presentaban, una vez llegado a nuestro fin, expusimos nuestras conclusiones y nos enriquecimos con la visión conjunta de ambos grupos.
A media mañana salimos para compartir en familia la eucaristía y la comida, durante la cual pudimos conocernos un poco más.
Posteriormente Ana nos introdujo en el tema a tratar de este año, para ello nos mostró una presentación de los talleres realizados el pasado mes de noviembre en Madrid, donde se anunció que La comunicación para el desarrollo es un tema verdaderamente relevante en la sociedad actual y para los países en desarrollo.
Una vez situados en contexto, nos separamos por grupos para realizar el primer taller, en donde a través de un mismo texto con diferentes cuestiones deberíamos llegar a conclusiones que favoreciesen una mejor gestión de los problemas que se nos presentaban, una vez llegado a nuestro fin, expusimos nuestras conclusiones y nos enriquecimos con la visión conjunta de ambos grupos.
A media mañana salimos para compartir en familia la eucaristía y la comida, durante la cual pudimos conocernos un poco más.
Llegó la tarde y con ella, nos metimos de lleno en un nuevo
taller, esta vez trataríamos diferentes textos sobre la comunicación, algunos
de mejor comprensión que otros, una vez
trabajado sobre estos tuvimos una puesta en común lo cual nos ayudó a ver como
a día de hoy, a pesar de que la comunicación puede estar intoxicada, podemos
llegar más fácilmente a ella, utilizando siempre una mirada crítica sobre todo
aquello que leemos.
Sabemos que podríamos seguir por muchas horas hablando de este tema, pero teníamos algo pendiente, se trataba del proyecto con el cual nos hemos comprometido desde el voluntariado, “La casa Joven de San Pedro en Misiones, Argentina”, donde el crecimiento de las drogas entre los jóvenes de esta comunidad se está extendiendo preocupadamente muy rápido. María y Ana nos situaron en el lugar, hablándonos en primera persona de su experiencia en el terreno, gracias a ello pudimos comprender como se está dando esta situación. A partir de ahí se dieron una lluvia de ideas, para recaudar fondos y difundir este bello proyecto, discutimos sobre la viabilidad de estas ideas y finalmente nos llevamos algo de deberes para casa, pero antes María nos sumergió un poco más en la gran familia franciscana, que no se olvida de llegar a todos nosotros, con algún que otro encuentro lleno de espiritualidad y amor por los demás.
Sabemos que podríamos seguir por muchas horas hablando de este tema, pero teníamos algo pendiente, se trataba del proyecto con el cual nos hemos comprometido desde el voluntariado, “La casa Joven de San Pedro en Misiones, Argentina”, donde el crecimiento de las drogas entre los jóvenes de esta comunidad se está extendiendo preocupadamente muy rápido. María y Ana nos situaron en el lugar, hablándonos en primera persona de su experiencia en el terreno, gracias a ello pudimos comprender como se está dando esta situación. A partir de ahí se dieron una lluvia de ideas, para recaudar fondos y difundir este bello proyecto, discutimos sobre la viabilidad de estas ideas y finalmente nos llevamos algo de deberes para casa, pero antes María nos sumergió un poco más en la gran familia franciscana, que no se olvida de llegar a todos nosotros, con algún que otro encuentro lleno de espiritualidad y amor por los demás.
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